Si bien se ha dicho que los piratas hicieron una de las barbaridades más
crueles en la ciudad de Veracruz desde el 17 de mayo hasta el 30 de ese mismo mes
en 1683. Pero vamos a conocer más a fondo tocando especialmente los puntos de
los hechos milagrosos, en los cuales se tiene la creencia de que Dios actuó a
favor de los veracruzanos, evitando un sufrimiento más doloroso cuando todas
las esperanzas estaban perdidas.
El día 21 de mayo a las 4 de la
tarde comenzaron a saquear los objetos de oro en la sacristía del templo
parroquial y del altar también, quiénes realizaron este acto, fue un mulato
acompañado de tres franceses. Rompieron cuanto objeto encontraban, llevándose
copas, relicarios, cuadros e imágenes que contenía mucha plata, no dejaron
absolutamente nada.
Al llegar a la capilla del Santo Cristo del buen viaje ocurrió un
acontecimiento del cual algunos sacerdotes (el vicario y el monje Fray Juan de
Avila) que acompañaban a los piratas lo tomarían como un hecho milagroso. Al
llegar al pasillo central del altar, quitaron una cortina y se encontraba un
cristo crucificado mismo que contenía enormes clavos de plata sobre los
extremos de izquierda y derecha. También la hechura del letrero era 100% de plata. Los piratas se detuvieron frente a
la imagen y sin encontrar nada siguieron su paso en el interior de la capilla. El
sacerdote que tenía el cargo de vicario insistió nuevamente a los piratas que
la imagen contenía mucha plata diciéndoles:
“Su Señoría no me hagan
cargo de que usurpo o escondo cosa de plata y después me quiten la vida y así
advierto que aquel Santo Cristo de aquella capilla tiene las potencias, el
rotulo y los clavos de plata”, señaloles con la mano el Santo Cristo, apenas
oyeron ellos decir: plata, cuando dijeron donde estar plata, volvioles a
señalar el vicario con la mano el Santo Cristo que es de la estatura de un
hombre y dijoles aquí está la plata estuvieron mirando a el Santo Cristo muy
gran rato y se salieron sin llegar a el
TEXTO
DE LOS RELATOS DE FRAY JUAN DE AVILA SIGLO XVII
Los piratas fueron informados tres veces de la plata que contenía el
crucifico. Y sin embargo jamás lograron encontrar absolutamente nada. El
vicario, El monje Fray Juan de Ávila y el sacristán quedaron impresionados
tomando conciencia que Dios no los había abandonado y así mismo defendía lo que
pertenecía a aquella capilla.
Vuelvo hacer hincapié con el manuscrito de Fray Juan de Ávila, quien
tacha a los piratas, como hombres llenos de maldad y soberbios:
Este
día sucedió un caso por donde se conocerá cuan soberbios y crueles estaban los
enemigos y cuan abatidos nosotros. Un vecino de la Veracruz llamado Molfa
(Morfa) que estaba entre los ingleses y sabia su lengua les dijo en su idioma:
“bien se conoce en el mal cuartel que nos dan que la más gente que viene son
franceses y el general, que si fueran ingleses nos guardan los fueros de la
guerra”, estaba un francés entre los enemigos que sabía la lengua inglesa y
apenas dijo esto el prisionero cuando de un golpe lo dejó por muerto y sacando
una carabina se empeñó tanto que le había de matar que se hizo mucho de la
parte de los suyos y de los nuestros en escaparlo, pues fue menester que nos
echásemos encima de él.
TEXTO
DE LOS RELATOS DE FRAY JUAN DE AVILA SIGLO XVII
Para el día 27 de mayo cuando la ciudad se encontraba en el punto más
bajo de las circunstancias, mulatos, mestizos, esclavos y algunos frailes,
fueron llevados a la isla de Sacrificios por un plazo de 11 días. Eran
aproximadamente como unas 2000 personas sin contar a los frailes.
Al llegar la noche la isla se cubrió con gran cantidad de mosquitos, y
hacia al centro de la isla había muchos hormigueros. Esto llevó a los
prisioneros que prefirieran dormir en la arena cerca del mar, pero los piratas
se los impidieron y los obligaron a dormir entre los hormigueros y los moscos.
Desesperanzados los veracruzanos no tuvieron más remedio que dormir en el lugar
que les indicaron y a esperar la triste muerte al amanecer. La sorpresa fue,
que durante los 11 días de estancia en la isla, jamás fueron molestados por los
moscos y a pesar de que dormían entre los hormigueros, nunca recibieron
mordeduras de estos insectos. Para su suerte, tampoco llovió.
Así mismo fue considerado como un milagro más de nuestro señor
Jesucristo, quién favoreció la vida de los veracruzanos, para que dieran
testimonio de que Dios nunca abandona al que lo invoca
Fuente bibliográfica
Los piratas en la Nueva Veracruz – Fray Juan de Ávila
(siglo XVII)
Blog Veracruz antiguo: Aguapasada.wordpress.com/2013/05/25/nueva-veracruz-invasion-y-saqueo-pirata-de-1683-indice/
Dios es el mismo de ayer hoy y siempre
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