jueves, 30 de abril de 2015

DESCRIPCIÓN FÍSICA DEL PUERTO DE SAN JUAN DE ULÚA EN LOS AÑOS DE 1587-1588.

POR EL FRANCISCANO ANTONIO DE CIUDAD REAL, DE SU “TRATADO CURIOSO Y DOCTO DE LAS GRANDEZAS DE LA NUEVA ESPAÑA”.


Por: Armando Bautista Reyes.

El franciscano Antonio de Ciudad Real era un misionero, supervisor de pueblos y conventos donde radica su misma orden. Estuvo en tres ocasiones en San Juan de Ulúa. Entre los años de 1587 y 1588 escribió su “Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España y describe detalladamente la fortificación, las casas, quienes lo habitaban y algunas otras relaciones menoscabas.  De esta relación, la investigadora Martha Poblett Miranda extrajo los siguientes párrafos en su obra “Cien viajeros de Veracruz. Crónicas y relatos, 1518-1697:

Cinco leguas de la Veracruz de mal camino está el puerto e isla de San Juan de Ulúa, …en esta isla hay una plaza cuadrada, los lienzos de  estos cuadros son casas hechas de tablas, en los tres moran los oficiales de la isla y los soldados y muchos negros y negras que tiene allí el rey para el servicio de la fortaleza que allí está edificada y oficiales y soldados de ella, el otro lienzo ocupa la iglesia, en que reside un cura que administra los sacramentos a los de la isla. Sin estos cuatro lienzos hay otras casas, asimismo de tablas, fundadas sobre la misma mar en aquellos arrecifes, que el agua anda debajo de ellas y algunas veces sube arriba; entre estas hay un hospital hecho de la misma manera, en que se curan los enfermos de las flotas y se les hace mucha caridad; este hospital está a cargo de los hermanos de San Hipólito de México y, así, de allí, de la isla, los suben a Xalapa y después a Perote… La fortaleza tiene dos torres, una a oriente y otra a poniente, y entre torre y torre un lienzo o adárabe muy largo, labrado todo de cal y canto con mucha fortaleza, por el cual se pasa de una torre a otra; la que está a poniente es pequeña y de no muy buena piedra, que el salitre de la mar la va comiendo poco a poco, aunque con todo esto es fuerte; la de oriente es mayor y más capaz, tiene una sala de armas muy grande, un caballero y un grande aljibe, una mazmorra y otras piezas, y en las torres y caballero y otras partes hay muchas y muy gruesas piezas de artillería para la defensa del puerto, con un alcalde y soldados y artilleros que tienen de todo cuidado. Tiene aquel puerto dos entradas o canales muy angostas y peligrosas, y a cada una de ellas mira una de las dichas torres con sus tiros y piezas de artillería, para que sin licencia del castellano no pueda entrar ninguna nao enemiga, ni aun de las amigas si no hiciere su salva. Con estas torres y murallas está el puerto guardado y las naos de él defendidas algún tanto del norte, porque las amarran a unos gruesos aldabones que están muy fijos en ella… cuando se enoja el norte ablienta el agua de la resaca sobre ella y pasa por encima de la otra banda. Hay alrededor de esta isla muchos arrecifes y bajos que casi cada día quedan en seco, unas veces más otras menos.
…dicen…que se podía hacer en aquella isla una población muy grande… haciendo pretiles de piedra, la cual se puede traer de otras islillas y arrecifes que hay allí cerca, y hinchiendo los huecos de piedra y arena… Pegada con esta isla está otra isleta pequeñita, a la cual se pasa a pie enjuto cuando es bajamar; llamábase antiguamente isla de Brea, porque pudo ser que alguna o algunas veces breasen en ella algunos barcos o navíos y agora, corrupto el vocablo, se dice isla de Ebreos.

Esta descripción es la que más se  apega al dibujo firmado por Juan Bautista Antonelli a su llegada al puerto en el año de 1590 tal y como se muestra en la imagen de arriba. Gracias.

Fuente bibliográfica:

Ciudad Real, Antonio de, “Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España”, en Cien viajeros en Veracruz. Crónicas y relatos, 1518-1697, investigación y compilación Martha Poblett Miranda, prólogo José Emilio Pacheco, Sonia Calderón, t I, Veracruz, México, Gobierno del Estado de Veracruz, 1992, páginas 81-130; citado en la investigación del Instituto ICAVE en San Juan de Ulúa, puerta de la historia, Vol. 1