Por: Armando Bautista Reyes
Las auténticas maravillas que
se le atribuye al maguey, no tienen límite y fronteras; la mayor parte de los
pueblos correspondientes de la región del anahuac, utilizaban sus recursos para
proveerse, según los menesteres de cada región. Antes de acercarnos al mito de
la creación de esta planta según el códice Borgia, se debe comprender que la
palabra maguey, se deriva del vocablo náhuatl “metl” y está relacionado con una
de las antiguas deidades del panteón azteca con el nombre de “mayáhuetl” (la
diosa del pulcre). (1)
Algunos de los beneficios que
se extraían para el usufructo del indígena, era “agua, vino, aceite, vinagre, miel arrope, hilo, aguja…” he aquí,
el por qué la importancia de su cultivo hasta nuestros días y el por qué el
jesuita fray José Acosta, lo denominaría como “el árbol de las maravillas”. (2)
El mito de su origen
“Los
hombres poseían los granos que garantizaban su sustento, pero carecían de otros
productos que les proporcionaran placer y gozo. Los dioses acordaron darles
algo que los hiciera propensos al canto y al baile.
Quetzalcoatl decidió
que una bebida intoxicante brindaría placer a sus vidas y recordó entonces a Mayahuel, "hermosa joven diosa del maguey",
que vivía con su abuela, una Tzintzimitl, demonio celestial de la oscuridad.
En
una ocasión, Quetzalcoatl la convenció para que bajase a la tierra, para amarse
convertidos en las ramas de un árbol bifurcado. Pero cuando su abuela se
despertó y no vio a Mayahuel, llamó a otras Tzintzimitlis para que bajasen a la
tierra y ayudarle a buscar a su nieta.
Cuando
se acercaban, el árbol se separó en dos, entonces la abuela, descubriendo a su
nieta como una rama, la despedaza y deja los restos para que los devore otra
Tzintzimitl. Sin embargo la rama en que se había convertido Quetzacoatl
permaneció intacta.
Cuando
se alejaron, Quetzacoatl tomó los restos de la joven virgen y los enterró. De
ello brotó la planta del maguey, de la que se extrae el pulque, usado en las
ceremonias como bebida ritual y ofrenda para los dioses.
Así, tras su
muerte, Mayahuel se convirtió en diosa.” (3)
Fuente bibliográfica:
1) Historia general de
las cosas de Nueva España; vocabulario “de las palabras y frases en lengua náhuatl
que usa Sahagún en su obra”; página 907; Editorial Porrúa 2006 “sepan cuantos…”;
décima primera edición; anotación y apéndice de Ángel María Garibay K. – Fray Bernardino de Sahagún.
2) Historia natural y
moral de las indias;
libro IV, capítulo XXIII “Del maguey,
del tunal, de la grana, del añil y algodón”; páginas 382 – 383; Madrid 1894;
reimpreso de la primera edición de Sevilla de 1590. – Fray José Acosta.
3) http://pueblosoriginarios.com/meso/valle/azteca/maguey.html