Por: Armando Bautista Reyes.
El 12 de marzo de 1519, la
tercera expedición dirigida por Hernando Cortés, llegó al río de Tabasco – éste
río fue bautizado como Grijalva, por ser su descubridor Juan de Grijalva - entrando en ella solo las embarcaciones más
pequeñas para ir en busca de agua y comida. En un recorrido de obra de media
legua, encontraron una pequeña población conocida como: Punta de Palmares. Para
mayor asombro de los españoles, junto a la ribera del río, un buen ejército de
indios impediría el desembarco. (1) Cortés, viendo que aquellos indios, estaban
tan apercibidos para dar guerra, mandó a Jerónimo de Aguilar para requerirles la paz. Los
tratados de paz fueron inútiles. Por esta razón, Cortés determinó en tomar la
población por medio de la fuerza, distribuyendo sus tropas al siguiente día del
13 del mismo mes.
Los indios al percatarse del avance de sus enemigos, ocuparon toda la
ribera para defender su tierra a costa de sus vidas. Por el otro lado, los
aventureros rogaban para que les dejasen tomar agua; cada quién defendía sus
intereses. Esto ocasionó una sanguinaria lucha entre ambos bandos, saliendo
victorioso las tropas de Cortés. Ese mismo día, se tomó “posesión de aquella tierra por su majestad y él en su real nombre, y
fue de esta manera: que desenvainada su espada, dio tres cuchilladas en señal
de posesión en un árbol grande que se dice Ceiba, que estaba en la plaza de
aquel gran patio, y dijo que si había alguna persona que se lo contradijese,
que él lo defendería con su espada y una rodela que tenía embarazada.” (1)
Conforme pasaban los días, los expedicionarios españoles iban azorando a
otros pueblos, enfrentándose a millares de indios siendo ellos tan pocos. Pero
la verdadera batalla apenas comenzaría con la unificación de todos los pueblos
de aquella región con un solo propósito: expulsar a sus invasores. El capitán
Cortés, enterado de la gravedad de la situación, manda apercibir a todos sus
hombres, haciendo uso de toda la artillería militar que estaba a su disposición.
Los caballos, fueron utilizados por primera vez.
Finalmente, la batalla decisiva, tendría como escenario en el pueblo de
Cintla; los tabasqueños descargaron toda su furia e ímpetu con sus mejores
armas, no permitirían que aquellos hombres de hierro se adueñasen de sus
tierras; sin embargo la disciplina, la caballería y la artillería de fuego de
los españoles, la cuales eran muy superior a la de sus oponentes, les daría el
primer triunfo, tomando aquellas tierras en nombre del emperador Carlos V con
fecha del 25 de marzo de 1519.
Asimismo, Cortés ordenó fundar una villa – siendo ésta la primera – con
el nombre de Santa María de la
Victoria, en honor a la virgen del mes de marzo, la cual se
celebra el día 25; así mismo por la victoria que les dio.
Para hacer legítima esta fundación, se celebró una misa; se les habló
del “mal que hacían en adorar ídolos y
dioses que ellos tienen, y hízoseles entender cómo habían de venir en
conocimiento de nuestra santa fe, y quedóles una cruz de madera grande puesta
en alto, y quedaron muy contentos, y dijeron que la tendrían en mucha veneración y la adorarían…”, (2) quedando habitada
únicamente por indios.
“Esta villa de la victoria se
acabó enteramente hacia la mitad del siglo XVII por las incursiones de los
ingleses. Sus habitantes fundaron en sitio más distante del mar, otra población
con el nombre de Villa Hermosa…” (3).
Notas
1) En
la edición que poseo en mis manos de la obra de Bernal Díaz nos dice que son 12
000; pero en su manuscrito original del archivo histórico de Guatemala, nos
dice que son 28 000.
Algunos historiadores afirman
que este acto de Cortés, de clavar su espada en el árbol más sagrado de aquella
tribu, sucedió en la batalla del 25 de marzo, día de la fundación; esto es
falso; esto se puede desmentir siguiendo al testigo principal Bernal Díaz, pues
afirma que sucedió en el día 13.
Fuente
bibliográfica
1) Historia
verdadera de la conquista de Nueva España; capítulo XXXI – XXXII – XXXIII –
XXXIV; páginas 50 – 51 – 52 – 53 – 54 – 55 – 56; Editorial Porrúa “Sepan
cuantos…”; décimo noveno edición; introducción y notas de Joaquín Ramírez
Cabañas – Bernal Díaz del Castillo.
2) Historia
Antigua de México; libro VIII; capítulo 4 “victoria de los españoles en Tabasco”;
páginas 420 – 421; Editorial Porrúa “sepan cuantos…”; décimo segunda edición;
prólogo de Mariano Cuevas – Francisco Javier Clavijero.
3) Cartas de
Relación; primera carta de relación 10 de julio de 1519; página 20; Editorial
Porrúa “sepan cuantos…”; vigésimo cuarta edición; nota preliminar de Manuel
Alcalá de la Academia Mexicana
de la Lengua –
Hernán Cortés.