lunes, 23 de junio de 2014

TORIBIO DE MOTOLINIA "EL DEFENSOR DE LOS INDIOS"

Por: Armando Bautista Reyes



Fue uno de los doce franciscanos que arribaron en la Nueva España para dar inicio a la evangelización. También fue el más connotado entre sus once compañeros, debido a que mostró un alto interés en el conocimiento y aprendizaje de la cultura indígena. Ser accionista, fue una de sus cualidades más destacadas en su persona, misma que lo llevó a defender al indígena; llevando la palabra de Dios por todos los rincones de la Nueva España; bautizando a miles de nativos desde el inicio de su llegada. Por estas características Hernán Cortés, le confía a Motolinía y no, a Fray martín de Valencia (quién se destacaba más por su espiritualidad), la misión de la conversión de los indios, antes de partir a la conquista de las Hibueras (actual Honduras).

El inicio de su conversión

Fray Toribio nació en Benavente (Zamora) del reino de León, España, a finales del siglo XV, cuyo nombre original es Toribio Paredes. Algunas fuentes mencionan que tomó los hábitos de la orden franciscana a la edad de los 17 años, a partir de entonces adopta el apellido de Benavente, de su ciudad natal. Fue el sexto franciscano seleccionado para ir a las tierras recién conquistadas, bajo las órdenes de su superior Fray Martín de Valencia. En un determinado tiempo estuvo de profeso en la provincia de Santiago para luego ser trasladado a la provincia de San Gabriel de Extremadura, donde partiría a su misión evangelizadora en el nuevo mundo.

En esta última  provincia él junto con sus compañeros, recibieron instrucciones precisas el día 30 de octubre de 1523, fueron advertidos de la situación social y el modo de vida de los indios. Anticipándoles lo salvajes que eran y que probablemente fueran víctima de ello. Bajo esta advertencia, sólo uno desistió en ir en esta aventura. Después de esto partieron a San Lúcar de Barrameda el 25 de enero de 1524; el 4 de febrero arribaron a la Gomera una de las islas Canarias; el 5 de marzo a Puerto Rico; el 13 de ése mismo mes, a la isla de la Española o Santo Domingo; el 30 de abril a la Villa de la Trinidad: vueltos a embarcar por quinta vez, llegan al lugar deseado, al puerto de San Juan de Ulúa, un día antes de la vigilia de pascua del espíritu santo

La llegada a la Nueva España


Como se mencionó anteriormente, Fray Toribio y sus compañeros, llegan al puerto de San Juan de Ulúa el 13 de mayo de 1524 en muy malas condiciones, debido a que fue un largo viaje, mareados por el mar, sobre todo la falta sustento en su trayectoria. Sus atuendos estaban en pésimas condiciones. Bernal Díaz del Castillo nos dice en su obra de la “historia verdadera de la conquista”… que los monjes llevaban los Hábitos rotos y agujereados; iban descalzos y que una vez que llegaron a las costas de Veracruz, emprendieron su viaje a pie, hasta llegar a la provincia de Tlaxcala.

Cuando Hernán Cortés tuvo noticia de ellos, mandó a un Juan de Villagómez para recibirlos y darles obsequios, sin embargo éstos lo rechazaron. Fray Juan de Torquemada nos narra de manera más clara y específica el arribo de los 12 franciscanos a Tlaxcala:

 «Pasando estos siervos de Dios por Tlaxcalla, se detuvieron allí algunos días... y aguardaron el día del mercado, que los Indios llaman Tianquiztli, cuando la mayor parte de la gente de aquella provincia se suele juntar a sus tratos y granjerías, acudiendo a la provisión de sus familias. Y maravilláronse de ver tanta multitud de almas, cuanta en su vida jamás habían visto así junta, alabaron a Dios con grandísimo gozo por ver la copiosísima mies que se les ofrecía y ponía por delante. Y movidos con el celo de la caridad que venían, ya que no les podían hablar, por ignorar su lengua, comenzaron con señas (como hacen los mudos) a declararles su intento, señalando al cielo, queriéndoles dar a entender, que ellos venían a enseñarles los tesoros y grandezas que allá en lo alto había. Los Indios andaban detrás de ellos, como los muchachos suelen seguir a los que causan novedad, y maravillábanse con verlos con tan desarrapado traje, tan diferente de la bizarría y gallardía que en los soldados españoles habían visto».

Texto de la obra “monarquía indiana” de fray Juan de Torquemada. LIBRO XV CAPITULO 10

La impresión de los indios debió ser tan grande que los caracterizaron con la palabra “motolinía” debido a las condiciones en que se encontraban: hambrientos, hábitos rotos, descalzos, enfermos, afligidos por el viaje etc. Fray Toribio por su parte, quién venía mentalizado en aprender el idioma de los indígenas, preguntó el significado de éste vocablo. En su momento le dijeron que era sinónimo de pobreza, por tal motivo adoptó este nuevo alias como su nombre. El mismo Toribio lo expresa de esta manera en sus memoriales;

«Éste es el primer vocablo que sé en esta lengua, y porque no se me olvide, éste será de aquí adelante mi nombre»

Texto de los memoriales de Fray Toribio Motolinía

Después de pasar por Tlaxcala, llegan a México entre el 17 o el 18 de junio de ése mismo año de su llegada, ahí fueron recibidos por Hernán Cortés y por muchos indios que lo acompañaban en ese momento, incluyendo al último emperador azteca, Cuauhtemoc. Cortés, inmediatamente con un gesto de humildad, les hizo una reverencia como ejemplo, de que todos debieran hacer lo mismo.

Resulta ser que los doce franciscanos, se toparon con algunos capellanes que habían llegado un año antes que ellos, mismos que se les unieron en ese instante. Para dar comienzo a la tarea evangelizadora, se dividen de cuatro en cuatro para ir a las tres poblaciones principales: Texcoco, Tlaxcala y Huexotzinco. Fray Toribio de Motolinía se queda en la ciudad de México siendo el primer guardián de su convento y de otras comunidades como: Texcoco, Huejotzingo, y Tlaxcala. También evangelizó otros pueblos pertenecientes a estos lugares como: Xochimilco, Coyoacán, Cuitláhuac y Cuernavaca.

Motolinía se caracterizó principalmente en el aprendizaje de la cultura de los indios y en su defensa, gracias a su fuerte espíritu misionero.




Persecuciones y su campaña de evangelización

Antes de que Cortés partiera hacia las tierras de las Hibueras (Honduras) para someter a su capitán que se le había rebelado, decidió encomendar la misión de la enseñanza cristiana a Motolinía y no a fray Martín. El motivo de la decisión de Cortés, es porque Fray Toribio ocupaba un papel, más como de accionista y Martín fue de carácter más espiritual.

Durante el período de la ausencia de Cortés en su conquista a las Hibueras, queda a cargo en la gobernación de manera temporalmente, Gonzalo Salazar.
Éste nuevo gobernador crea un ambiente de persecución y maltrato hacia los indios. Estas atrocidades llegarían a los oídos del emperador Carlos I de España y V de Alemania. Quién a su vez crea una cédula real para proteger a los nativos con fecha del 24 de Junio de 1528, cédula dirigida a los obispos  Don Fray Julián Garcés de la provincia de Tlaxcala y  Fray Juan de Zumárraga obispo de México. Aquí es donde Fray Toribio tiene un papel muy importante en la defensa de los indios, acusando a la Audiencia Real, como la audiencia del demonio. Daba alojamiento a cualquier indio que acudiera en su auxilio en el convento. Por estas aptitudes, Toribio y muchos más de su orden fueron acusados y perseguidos muchas veces por Gonzalo de Salazar, bajo el cargo de querer revelarse con el gobierno de la colonia, pero reconociendo la soberanía del Rey de España, y así mismo, prohibiendo la introducción de españoles en el país, como obstáculos insuperables para la conversión de los indios.

En 1528 emprende su primer viaje misionero a las tierras de Guatemala y Nicaragua. En éste último lugar realiza grandes acciones evangelizadoras, y funda algunos conventos en Quetzaltenango, Tecpan-Guatemala y Granada. En 1529 vuelve a regresar a México, acompañado de Fray Andrés de Olmos.

También tuvo una importante participación en la fundación de Puebla de 1531, siendo él, el primero en decir misa en esa nueva ciudad. Hacia 1533, retoma otra vez su tarea misionera en Tehuantepec, acompañado de Fray Martín de Valencia en 1533 y en 1534 viaja por segunda ocasión a Guatemala y posteriormente a Yucatán. En la “historia de los indios de la Nueva España”, Fray Toribio nos afirma que en 1536, residía en Tlaxcala y es nombrado guardian de esta provincia.

En lo que se refiere al numero de indios que Bautizó Fray Toribio, la investigadora de la universidad de Texas Nancy Joe Dyer, asegura que fueron más de 300 000 nativos. Según el cronista Juan de Torquemada afirma que eran más de 400 000 sin contar los que no logró recordar. Sin embargo otras fuentes mencionan que probablemente hayan sido casi 6 millones de indígenas, una cifra insuperable.

A lo largo de la década de los años 40 del siglo XVI, el fraile Motolinia residía en Tehuacan, ayudando en las labores de bautizos, casamientos y confesiones. A principios de 1541, se encontraba en la Antequera, actualmente Oaxaca y para el 24 de febrero de ese mismo año se trasladó una vez más a Tehuacan para escribir la “Epístola Proemial” de su historia, dedicada al sexto conde de Benavente Don Antonio Pimentel.

Fray Toribio contra Fray Bartolomé de las Casas

Para 1543, viaja por tercera ocasión a Guatemala. Durante este período surge nuevamente la figura de Motolinía como defensor y protector de los indios, en contra de los ideales del dominico Fray Bartolomé de las Casas, quienes los mismos colonos guatemaltecos le ruegan que los defienda contra las nuevas leyes que imponía Fray Bartolomé; sin embargo, éste se negó. Asimismo, también se rehusó a tomar el cargo de obispo, mismo que le había ofrecido el Emperador Carlos V.

En su regreso a México en 1548, fue elegido como Vicario Provincial de su orden, cargo que desempeñó hasta 1551. Por este motivo se retiró de las labores misioneras, pero siguió fundando conventos de los cuales él mismo, fue guardián. Una Cédula Real del 28 de noviembre de 1548, le comisionó para recoger las copias del confesionario de Las Casas que hallase en México, entre los franciscanos. Después de esto, la lucha entre Toribio y de Las Casas, cada vez era más frecuente, pero la polémica de ambos estallarían cuando surgen la Nuevas Leyes.

Esta lucha, llevó a Fray Toribio a redactar una carta al Emperador Carlos V con fecha del 2 de enero de 1555. En ella acusaba a Fray Bartolomé de importuno, bullicioso, pleitista. Otros de los hechos que destacaba en la carta, fue la defensa de la conquista, de los colonos y de la evangelización. Tampoco estaba de acuerdo en que los indios pagaran el diezmo, debido a la extrema pobreza en que vivían. Después de este período, vivió sus últimos años en la ciudad de México.

Muerte y legado

Existen muchas fuentes y referencias que hablan sobre el año en que murió Fray Toribio de Benavente Motolinía. Algunos argumentan que fue en 1565, lo  cual no esta comprobado. La Biblioteca Hispano-Americana del Dr. Beristain, afirma que murió en 1568, esta fecha también es errónea, probablemente haya sido un error de imprenta. Pero, la más acertada, es la fecha del 9 de agosto de 1569. Mismo dato que afirman los cronistas Fray Juan de Torquemada y el franciscano de Vetancurt.

Sus obras más destacadas son “el libro de las nuevas cosas de la Nueva España e “historia de los indios de la Nueva España. Sin duda alguna su nombre seguirá siendo mencionado en la historia de México, como un luchador incansable y apasionado amante de los indios. Enfrentándose ante el poderío de los primeros gobernadores de México que buscaban la oportunidad de deshacerse de los indígenas. Fue él único capaz de recorrer y promover la evangelización en todo el territorio en las primeras décadas del virreinato. También fue el más importante entre sus once. Gracias a él, podemos conocer al México prehispánico  y enriquecernos día con día con el legado que él nos dejó y que seguirá siendo una de las mejores obras etnográficas de generación en generación. Y ahora la pregunta del momento. ¿Cree usted estimado lector que este monje franciscano mismo que defendió al indígena de los atropellos de algunos gobernantes debería ser considerado un ejemplo de vida cristiana?

Nota:                 “los crímenes fueron con el tiempo y no de España”


Referencia bibliográfica

Colección de documentos para la historia de México; Noticias de la vida y escritos de Fray Toribio de Benavente Motolinía – Autor: José Fernando Ramírez. Biblioteca virtual; www.cervantesvirtual.com

Fuentes escritas de la historia de Toribio de Benavente (Motolinía) – Investigadora de la Universidad de Texas, Nancy Joe Dyer

Toribio de Benavente <<Motolinía>> (1490 – 1565) – Ramón Ezquerra

Memoriales –  Autor: Fray Toribio de Motolinía.

Historia de los indios de la Nueva España – Autor: Fray Toribio de Benavente Motolinía

Documento Carta al Emperador Carlos V 2 de enero de 1555. – Escrito por Fray Toribio de Benavente Motolinía

Monarquía Indiana, libro XV, capítulo 10 – Autor Fray Juan de Torquemada.

Herrera, Décadas de Indias, déc. III, lib. 2, cap. 9. – Herrera; referencia mencionada por José Fernando Ramírez “noticias de la vida y escrita de Fray Toribio de Benavente de Motolinía


Historia de la verdadera conquista de la nueva España. Introducción de Joaquín Ramírez Cabañas, ed. Porrúa (sepan cuantos…) 1980. cap. 171 – Bernal Díaz del Castillo