Por: Armando Bautista Reyes.
“17 de mayo de 1683, una
fecha ignominiosa, fúnebre, dolorosa, que ha quedado escrito con sangre en las
páginas más oscuras de Veracruz, por la temible invasión de los piratas, una
invasión que cobró la vida de 400 personas incluyendo hombres, mujeres y niños;
una invasión que ha pasado a la historia como el peor Apocalipsis de esta
ciudad. Estimado lector, prepárate para conocer la peor masacre del puerto
Veracruz.”
En la madrugada del 17 de mayo de 1683 sucedió uno de las catástrofes
más terribles en la historia de la ciudad de Veracruz (Nueva Veracruz [ciudad
de tablas] en aquel entonces. Hasta el momento, la ciudad estaba en pleno
desarrollo, la mayoría de las casas eran de madera, de ahí la denominación del
nombre de la ciudad de tablas. Las edificaciones más destacadas fueron los
conventos, entre ellos: el convento de San Francisco de Asís (actual recinto de
la reforma [faro de Benito Juárez]), la residencia de los jesuitas que
posteriormente pasó a ser convento en el siglo XVIII con el nombre de San
Agustín “el nuevo”, el templo de la merced (actualmente no existe), el convento
de Santo Domingo (hoy está en remodelación), el templo parroquial (actualmente Catedral)
que en aquella ocasión se encontraba en plena remodelación. Éste último templo
parroquial, se convirtió en un camposanto durante dicha invasión ya que sobre
éste sitio muchas familias sepultaron a sus hijos una vez que murieron de
hambre y sed; motivo porque los piratas no permitieron que saliesen del templo.
Días antes de la de la invasión, se encontraban unas embarcaciones muy
distanciadas aún de la costa, la ciudad se encontraba en paz y tranquilidad un
día como cualquiera. Al llegar el 17 de mayo del día lunes se aproximaron dos
navíos, del cual, muchos habitantes notaron esto. Pero la sorpresa sería a un
mayor al llegar al anochecer; ni siquiera se imaginaban algunos el infierno que
les esperaría aquella madrugada. Dios los ampare.
Pasada la media noche en la madrugada del día 18 los piratas tenían
analizada la situación de la población, todos se encontraban dormidos,
incluyendo a los guardias de los fuertes. Pero para cerciorarse de esto,
tuvieron que enviar a un grupo de espías (entre ellos iba un mulato, muy
conocido en Veracruz) quienes se encargaron de recorrer todas las casas y tomar
nota de aquello antes de empezar dicho asalto.
Toda la armada comenzó a entrar con mucha diligencia sin que nadie los
descubriera. Esta flota estaba dirigida por el pirata “Lorenzillo” y estaba
armada con mulatos que habían vivido en la Veracruz , de indios campechanos, mestizos, españoles,
ingleses y franceses, con un total de 800 hombres.
La distribución de estos piratas fue que un grupo entrara por ambos
baluartes, otros entraron por lado principal del convento de San Francisco de
Asís; otros tomaron como punto de partida el playón de hornos; otras pequeñas
guarniciones cruzaron los medanos de los alrededores y algunos entraron
directamente por la playa, saqueando y asesinando a cualquiera que intentase
escabullirse. La resistencia que hubo en el baluarte fue muy escasa debido a la
falta de pólvora. Los piratas tenían rodeada completamente toda la ciudad,
nadie podía salir o escapar de sus casas. Algunos que intentaron hacerlo, les
impedían el paso en la puerta principal de sus viviendas. Todos estaban
acorralados. Hubo algunos que intentaron escapar desde las ventanas pero fueron
asesinados al instante. Saquearon a todos los monjes del templo de San
Francisco. En la plaza de armas (actual zócalo) se llevó a cabo una pequeña
resistencia, en donde un capitán había perdido el brazo izquierdo. Sin embargo
todo fue inútil. Por mucho que trataron de someter a los piratas, les fue
imposible. La ciudad había caído en manos de bandidos, éstos la tomaron por sorpresa
en el transcurso de la madrugada. A todos los habitantes los estaban reclutando
en la plaza principal. Había muertos por doquier. Y los sobrevivientes fueron
encerrados en el templo parroquial a las 7 de mañana.
El número de personas que permanecieron encerrados en la parroquia eran
más de 5 mil, no recibieron ni siquiera una gota de agua en todo el día, ni un
biscocho o cualquier cosa que pudieran comer. Todos estaban apretados y de pie,
apenas y cabían en el templo. La desesperación hacia acto de presencia entre
ellos. Gritos y lamentos no dejaban de cesar en todo el día. Las madres no se
dieron abasto para poder consolar a sus hijos, mismos que serían las primeras
víctimas de ese día. Cuando la muerte asechaba en el interior del templo, tuvieron
que cavar para dar cristiana sepultura a los fallecidos. Realmente estaban
sufriendo la condena de la muerte negra, con la pestilencia entre ellos. Los
que murieron de hambre en aquél día, fueron aproximadamente alrededor de 50
almas, principalmente niños. Para el martes, Veracruz, ya estaba en poder de
los piratas.
El miércoles 19 estando encerrados los habitantes en la parroquia, a las
10 de la mañana entraron los bandidos al templo con unos barriles llenos de
pólvora para explotar el lugar. Al instante de que los prisioneros presenciaron
esto, gritaron, suplicando clemencia de que les perdonaran la vida, otros se
abrazaron a las esculturas de los santos, y otros se desmayaron. Estos hombres
sólo estaban jugando con la vida de sus rehenes. Posteriormente mandaron a sacar algunos
mulatos y negros para que les dijeran en dónde se encontraban las joyas de sus
amos. Algunos no querían dar explicación con la excusa de que no sabían y
recibieron fuertes azotes, hasta perder la vida.
Finalmente, algunos esclavos decidieron decir dónde tenían escondido la
fortuna de sus amos y ahí mismo en el templo juntaron joyas y anillos de las
que llevaban puestas aquellas damas. También se hizo una junta, en el que
llamaron al vicario, notificándole que no destruirían la ciudad si entregaban
todo lo que los piratas exigían. Pero Lorencillo no se conformó con lo que se
había recaudado, así que nuevamente amenazó con destruir la ciudad.
Al llegar la noche del jueves 20, fue la más triste para el pueblo
veracruzano, en especial para los maridos. Los piratas entraron al templo y
tomaron mujeres, yéndose por los rincones hasta violarlas salvajemente en
presencia de sus esposos. Nadie podía hacer nada, porque eran amenazados de
muerte. Sólo un esposo murió al intentar oponerse a este acto.
El día 22 de mayo, una vez que tenían saqueado objetos de valor de las
viviendas sacaron a muchos negros y mulatos incluyendo mujeres para que
ayudaran con el cargamento hacia las embarcaciones; y así mismo, una vez que
acabaron, fueron abandonados en la isla de sacrificios. Ese día no comieron ni
bebieron; incluso, algunos murieron al momento de transportar la mercancía. En
esta ocasión también los sacerdotes fueron llevados a la isla por una estancia
de 11 días.
Estos piratas ya tenían adquirido gran cantidad de joyas con todo lo que
habían sacado dentro de las casas y muchas vestimentas que se repartieron entre
ellos. Y fue hasta el día 29 de mayo que se aproximaba una flota a la costa,
pero con dirección hacia la vieja Veracruz. Por este motivo los piratas
determinaron irse ese día durante el transcurso de la noche.
A la mañana siguiente el rescate había llegado y trajeron muchos
biscochos para los que estaban en la isla de sacrificios. Así transcurrió aquel
día en transbordar a tierra a todos los que se encontraban en la isla. Algunos
cruzaron nadando.
Los piratas saquearon aproximadamente más de 5 millones y medio de pesos
entre ganados, ropa, sacos de harina, aceite,… sin contar a los esclavos que se
llevaron, los cuales sumaban más de 2000.
Este hecho fue la peor masacre que pudo haber existido en la ciudad de
Veracruz con una pérdida de 400 muertos, comenzando con los mas pequeños y
muchos héroes anónimos que actualmente no han sido reconocidos en defensa de la
ciudad. Ahora yo te pregunto a ti estimado lector, ¿consideras que debe
honrarse a las personas que ofrendaron su vida durante el asalto de los
piratas? ¿Consideras que Veracruz debería ser 5 veces heroica y no cuatro?
Muchas gracias.
Referencia bibliográfica
13 leyendas e historias de la
ciudad de Veracruz – asalto pirata de 1683 – Autor:
Juan José González (1943)
Serie de documentos Historicos
Los piratas en la Nueva Veracruz. – Autor: Fray Juan de Ávila (siglo XVII)
1683: combate en la plaza de armas de la Nueva Veracruz – Autor sargento Juan de
Chávez (20 de junio de 1683).
Un profundo agradecimiento
al investigador privado Uluapa señor, que gracias a sus investigaciones y por
su valioso esfuerzo al rescate de documentos históricos de Veracruz se ha dado
a conocer este suceso más a fondo por su medio de su Blog
Para mayor información,
pueden visitar el blog del investigador Uluapa señor:
http://aguapasada.wordpress.com/2013/05/19/nueva-veracruz-prisioneros-en-la-parroquia-o-en-la-merced/ pueden visitarlo.
no fue heroico porque perdieron!!!!! como siempre!!
ResponderEliminarFueron héroes los que -sin pólvora- blandieron sus espadas para defender la ciudad, como hizo por ejemplo Mateo Alonso de Huidobro. Esos soldados que murieron luchando y haciendo frente a los piratas deberían ser considerados héroes.
ResponderEliminarLa fecha debería solo nombrarse en las escuelas, debería en las escuelas haber una materia de historia de Veracruz porque aquí inició la historia de México y si hacer referencia a los caidos de su deber y a los sacrificados ese día.
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