jueves, 21 de agosto de 2014

CASAS DE ADORATORIOS DEL PUERTO DE VERACRUZ

Por: Armando Bautista Reyes



Durante el siglo XVI, el México prehispánico alcanzó un alto desarrollo en la caza, la agricultura y en sus asentamientos, mismos que tuvieron repercusiones con la llegada de los españoles. Una de las peculiaridades de mayor prestigio en estos asentamientos, fueron los rituales y  las políticas a nivel local o regional.

Cabe destacar también, que la conducta de los pueblos indígenas estaba regida según por el Dios que se veneraba; es por eso que es de notarse, la diversidad de las “casas de adoratorios”, mismo donde se ofrendaba o se inmolaba a una persona para glorificar a su Deidad; bien pudiera ser un guerrero caído en batalla o un prisionero.

Veracruz, no estuvo exento de éstas, pues fueron las primeras en ser descubiertas por el capitán Juan de Grijalva, entre el 10 u 11 de junio de 1518; y entre el 20 o 21 de ese mismo mes, según lo indica el padre Juan Díaz en su itinerario, quien acompañó al capitán Grijalva en su travesía. A continuación vamos a enfocarnos en la realización de los sacrificios de estas islas, con qué nombre se les conocía y a qué dioses se les rendía culto.

San Juan de Ulúa, isla de sacrificios y playa de chalchihuecan como casas de adoratorios.

Durante el período posclásico y parte del clásico, en la isla de San Juan de Ulúa, Sacrificios y en la banda de tierra firme frente a éstas, se realizaron rituales o sacrificios en honor a tres deidades principales: Tezcatlipoca, Quetzalcoátl y Chalchiutlicue.

Estas tres deidades formaban parte del panteón azteca, de la mitología mexica. En teoría, podríamos citar que la isla de Sacrificios, San Juan de Ulúa y la banda de tierra firme frente a éstas, era denominado como: el panteón de las deidades. Conozcamos ahora el significado ritual de estos lugares.

Topónimos y significado ritual de las islas


“Los vocablos para designar a la isla de San Juan de Ulúa eran Tecpan Tlayácac (nariz o saliente de la tierra del palacio, o [en la punta de palacio]), el de la isla de Sacrificios era Chalchuihuitlapazco (en el apaztle o [lebrillo de jade]), a un pequeño río y sus alrededores en la banda de tierra firme frente a Tecpan Tlayácac se le conocía como Tenoyan (donde hay puente) y a lo largo de la franja costera posiblemente comprendido entre el río Huitzilapan y el Jamapa era denominado como Chalchiuhcuecan o Chalchicueyecan (faldas de jade o [en las faldas de jade]).

Como se mencionó anteriormente, se realizaban rituales a tres deidades principales, estos estaban ubicados de la siguiente forma: Tezcatlipoca en Ulúa, Quetzalcoátl en Sacrificios y Chalchiutlicue en la banda de tierra firme; es decir, en Tenoyan.

Según estudios realizados por arqueólogos, se ha determinado que la veneración de Tezcatlipoca en Tecpan Tlayácac (Ulúa) era para contrarrestar o equilibrar el poder de su precioso gemelo; mientras que Chalchuihuitlapazco (sacrificios) representaba el destierro de Quetzalcoátl.

Quetzalcoátl pide los huesos de los hombres muertos a Mictlantecuhtli, dios de los infiernos, y al recibirlos emprende la huida y en el camino se cae y los rompe, apenas tiene tiempo de recogerlos y salir con ellos, a pesar de todo se sacrifica sobre los huesos y los riega con su sangre, dando origen así a la nueva humanidad. Por eso es que existe la creencia de que los hombres somos hijos de Quetzalcoátl.  Quetzalcoátl promete regresar en el año de su nombre Ce Acatl (1 caña), lo cual corresponde a 1519, por eso es que cuando llegaron los hombres de hierro a tierra del Anahuac, Moctezuma tenía la creencia de que Quetzalcoátl regresaba a tomar posesión de su reino tolteca.

Por otra parte Tezcatlipoca es el cielo nocturno, el inventor del fuego, está relacionado con la luna, con la maldad o destrucción, encarnado como Yáotl, se convierte en el patrono de los guerreros y por lo tanto ligado a Huitzilopochtli, quien también es su contrario. Su nombre significa “espejo que humea” es el patrono de los principales, y él mismo recibe el nombre de Nezahualpilli, el príncipe que ayuna y con el nombre calendárico de Ome acatl, preside en los convites y banquetes.

En cuanto a Chalchiutlicue, hermana de los dioses de la lluvia que se decían Tlaloques, era la diosa del mar y de los lagos, era especialmente patrona del mar Huéyatl, esto da a entender, el porqué los mexicas denominaban al Golfo de México, principalmente a la región de Veracruz, como Chalchicueyécatl.

Chalchiutlicue era venerada por aquellos que tenían sus tratos y granjerías con el agua, como los vendedores de agua y pescadores; se honraban por su poder para crear torbellinos y tempestades.

Estas afirmaciones dan a entender, que el desembarco de Hernán Cortés responde más al topónimo de Tenoyan.

Hasta el momento son los datos más precisos para entender el significado de las islas, sus ritos y el verdadero desembarco de Hernán Cortés. La historiografía de las costas de Veracruz, es como el océano, una gran profundidad que no acabaríamos nunca, y que actualmente sigue estando en proceso de investigación que pone en lo alto el orgullo y la cultura enriquecedora del puerto de Veracruz.


Fuente bibliográfica:

San Juan de Ulúa. Puerta de la historia Volumen 1 – ICAVE; Coordinador Pablo Montero. Autores: Daniel Goeritz – Judith Hernández Aranda – Pablo Contero – Virginia Murrieta Martínez. Primera edición 1996. Cap. 2 Tecpan Tlayácac antes que Ulúa, pag; 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70,71.

Itinerario de la armada del Rey Católico a la isla de Yucatán, en la india, el año de 1518, en la que fue por comandante y Capitán General Juan de Grijalva. Escrito para su Alteza por el Capellán Mayor de la dicha armada – Documento escrito en 1518 por el padre Juan Díaz


Historia verdadera de la conquista de la Nueva EspañaBernal Díaz del Castillo; introducción y nota de Joaquín Ramírez Cabañas, México, editorial Porrúa (sepan cuantos…) 1980 pag, 25 en el cap. 3

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