(LA
DIOSA DE LOS MARES Y LAGOS)
Por: Armando Bautista Reyes.
Nota: los números indican según la referencia que
corresponda
Es
una de las deidades más sublimes para aquellos indígenas que tenían sus tratos con
el agua. Una de sus peculiaridades era la capacidad de crear fuentes vientos,
huracanes, tornados…; también suele considerarse como la madre que amamanta o
la madre que nutre a sus hijos.
Es considerada como la diosa
de los mares y de los lagos, cuyo nombre se deriva del vocablo náhuatl
“Chalcihuitlicue” (1) que significa la de la falda de jade. Su parentesco está
familiarizado con los dioses “Tlaloques (dioses de la lluvia) y fue creada por
ellos mismos. En la región de Tlaxcala
se le relacionaba con el nombre de Matlalcueitl. Otros patronazgos que se le
atribuyen, es que era considerada como la protectora de los navegantes (1);
asimismo también como la madre que nutre o de los mantenimientos.
Diosa
de los mares y lagos
Los indígenas honraban a esta
diosa por que tenía poderes para controlar el agua de los mares, de los lagos y
de los ríos; también se le rendía culto por que tenía la capacidad de crear
tormentas y torbellinos; otro poder que se le caracterizaba era la de anegar a
los navíos; por otro lado, también se le adjudicaba, la de proteger a los
navegantes o en caso contrario ahogarlos cuando deambulaban en sus territorios.
También era la patrona del
mar de “Hueyatl” (2), es decir, mar báltico (mar interior), lo cual corresponde
al golfo de México. Esto explica, el por qué los aztecas denominaban toda la
costa del Golfo, “principalmente a la
región de Vera Cruz, con el nombre de Chalchicueyécatl” o Chalchihuecan. (2)
Protectora
de los navegantes
Chalchiutlicue protegía a
todos los navegantes, tal y como se redactó en el escrito de arriba, además era
la diosa de todos aquellos que tenían “sus
granjerías en el agua, como son los que vendían agua en canoa, y… agua en
tinajas en la plaza”. (3)
La
madre que nutre o de los mantenimientos
Se debe entender que
Chalchiutlicue no solo era venerada por los nativos que tenían relación con el
agua, si no que también los grandes señores o tlatoanis hacían ceremonias para
rendirle culto como la diosa de los mantenimientos, junto con la diosa
“Chicomecoátl” e “Uixtocíhuatl” (diosa de la sal). (3)
Se concebía la idea, “que estas tres diosas mantenían a la gente
popular, para que pudiese vivir y multiplicar”. (3)
La
fiesta de “etzalcualiztli” en honor a Chalchiutlicue
La fiesta que se dice
“etzalcualiztli” (comida etzalli [comida hecho con granos de maíz mezclado con
granos de frijol]), (3) era dedicado a las deidades que tenían parentesco con
los dioses Tlaloques. Esto incluye a Chalchiutlicue. Y aunque fray Bernardino
de Sahagún no la menciona en su segundo libro del capítulo VII en el tema de
las ceremonias, si hace mención de ella en el primer libro del capítulo XI. En
su escrito dice:
“Hacían
fiesta a esta diosa en la fiesta que se llama etzalcualiztli, que se pone en el
segundo libro capítulo VII. Allí está a la larga las ceremonias y sacrificios
con que la festejaban, allí se podrá ver.
Texto de la obra de Bernardino de Sahagún, Historia general de las cosas
de Nueva España, libro I, capítulo XI, página 33. Décima primera edición 2006,
con crítica de Ángel María Garibay Editorial Porrúa
Días antes de esta fiesta,
tomaban a una mujer y la vestían a imagen de esta diosa, con ricos ornamentos,
para que todas las mujeres ya sean adultas o jóvenes, danzaran o bailaran a su
alrededor; mientras que los más ancianos del pueblo regían los cantos. Estas
nativas iban asidas de unas cuerdas que llaman “Xochimécatl” en forma circular.
En medio de ellas se encontraba la mujer que habían tomado para representar a
esta diosa.
Llegada la fiesta principal
que se llama etzalcualiztli, las mujeres que danzaban, velaban con aquella que
representaba a Chalchiutlicue. Una vez que amanecía se juntaban todos los
sátrapas (adivinos) para hacer un rito solemne; todos los que estaban presentes
llevaban en la mano, flores de “cempoalxóchitl”
(cempasúchil [veinte flores]). Durante este rito religioso, llevaban a unos
cautivos y a la mujer que tenían por diosa, al cu de Tláloc para ser inmolados.
Primero mataban a los cautivos y después a ella
Con toda esta documentación,
me atrevo a plantear la teoría, que la mujer que tomaban estos nativos para
representar a su diosa, podría tratarse de alguien del mismo pueblo; bien
pudiera ser mediante una elección por los reyes y señores adivinos, tomando en
cuenta la castidad de la nativa. Usted ¿desearía ser inmolada en honor a su
dios? La verdad… es de pensarlo. Gracias
Fuente
bibliográfica.
1) Las diosas en los códices del grupo Borgia. Arte e historia de México
– María de los Ángeles Ojeda Diaz, Cecilia Rossel.
www.arts-history.mx
2) San Juan de Ulúa puerta de la historia. Vol. I Instituto ICAVE.
Primera edición 1997. Página: 70 y 71 – Daniel
Goeritz Rodríguez, Judith Hernández Aranda, Pablo Montero y Virginia Murrieta
Martínez.
3) Historia general de las cosas de Nueva España, libro I, capítulo XI,
página 33. Libro II capítulo VII, página 80 y 81. Décima primera edición 2006,
con crítica de Ángel María Garibay Editorial Porrúa (sepan cuantos) – Fray
Bernardino de Sahagún
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